Prohibido el burka y legislado el velo (periodistadigital.com - 26/6/06)

Con buen criterio el Senado ha propuesto la prohibición del burka en los espacios públicos. Tan solo por una cuestión seguridad ciudadana, la prenda debería ser desechada, pero además existe algo que muchos no contemplan y es el derecho a mantener la cultura occidental. Un derecho que olvidan los islamistas radicales para imponer a la mujer el velo en lugares públicos de sus respectivos países. Ser mujer es ser femenina y un pelín feminista, digo un pelín para no confundir mi feminismo con el de la Ministra Bibiana. El mío reivindica el derecho que tiene toda mujer a ir descubierta sin temor a ser asesinada. Y ese derecho me parece más adecuado con la justicia distributiva, que el remilgo a ser etiquetada de poco tolerante con otras realidades culturales.
En nombre de la libertad de expresión y de la pluralidad religiosa se está olvidando la defensa de los valores democráticos. Con una Europa multiétnica parece que tenemos que inclinar la cabeza construyendo una sociedad de débiles que aceptan cualquier cosa que provenga de otra cultura y dejan que la propia se desvanezca. Todos tememos el choque de civilizaciones y tal vez por ello algunas parlamentarias se aprestan a defender el derecho de otras a llevar velo en público. No seré yo quien se oponga a una prenda de vestir, siempre y cuando, por ejemplo, se legisle para la mayoría de edad de la mujer. Vamos conociendo historias de musulmanas que están siendo coaccionadas por los islamistas radicales, exigiendo que cubran sus brazos, cuellos y cabezas.
Pero ese tema es diferente a ir completamente oculta tras un velo, que es lo que ha tratado el Senado y han regulado algunos Ayuntamientos. Yo me lanzaría un paso adelante y le exigiría al Ministro Gabilondo que las escuelas públicas prohibiesen el velo en las menores. Otra cosa es que exista el derecho a una educación islámica tal y como existe el derecho a una educación católica. Son dos cuestiones diferentes. Es probable, y se habla de ello en Cataluña, que muy pronto existan escuelas islámicas concertadas. De la misma manera que algunos apuestan por una escuela de pensamiento ateo.